No es necesario descongelar las verduras frescas ultracongeladas antes de prepararlas. Así, conservan aún mejor la textura y las vitaminas.
Para mantener todas las vitaminas y minerales, la textura y todo el sabor de las verduras es importante no cocerlas, prepararlas al vapor o asarlas durante mucho tiempo.
Las verduras, hierbas y frutas frescas congeladas tienen una ventaja importante: como se congelan muy rápidamente después de la cosecha, conservan la mayor parte de su valor nutritivo. Ello hace que su color, textura y sabor sean más ricos que los de la mayoría de los productos frescos comprados en las tiendas; asimismo, los productos congelados contienen más vitaminas.
El valor nutritivo de todas las frutas y verduras disminuye desde el momento de la cosecha. Como tal, el contenido de vitaminas de los productos frescos importados de otros continentes puede haber reducido considerablemente cuando se compra. Este es sobre todo el caso de frutas y verduras frescas de temporada, como las judías frescas importadas desde Kenia, por ejemplo. Durante el largo tiempo de transporte por mar, tierra y aire antes de que el producto llegue al usuario final, así como durante el tiempo de almacenamiento antes del consumo, se pierde gran parte del valor nutritivo.
Por el contrario, las frutas y verduras frescas congeladas se congelan directamente después de la cosecha en las fábricas cercanas a los campos en el país de origen. La congelación garantiza una conservación máxima del contenido nutricional y permite a los consumidores comprar productos de temporada de máxima calidad en cualquier época del año.
El aceite de palma sigue siendo el tipo de aceite más importante que se utiliza en el sector alimenticio en todo el mundo. Con todo, no está exento de críticas, y se han documentado ampliamente los desafíos y riesgos medioambientales, sociales y económicos asociados a su cadena de suministro. Las partes interesadas, especialmente los distribuidores, piden cada vez más a los proveedores que utilicen el aceite de palma certificado por la RSPO (Mesa redonda sobre el aceite de palma sostenible). En la medida de lo posible, Ardo ha sustituido el aceite de palma por aceites vegetales, como el aceite de girasol o el aceite de colza. Si un cliente pide específicamente aceite de palma o si los requisitos técnicos de producción exigen el uso de aceite de palma, utilizamos el certificado por la RSPO.
Ardo aplica una política muy estricta contra el uso de organismos modificados genéticamente (OMG). Hemos desarrollado un programa completo para que los OMG no entren en nuestro proceso de producción en ningún momento.
Ardo ha tomado las siguientes medidas para garantizar que los productos son 100 % sin ogm:
• Control del proveedor de semillas;
• Clasificación de las semillas;
• control de las verduras cosechadas.
La verdura congelada no contiene ningún conservante: gracias al escaldado, determinadas enzimas se destruyen, por lo que la verdura deja de desarrollarse y queda «estancada» en su estado actual. De este modo, no se deterioran.
Gracias al escaldado, el color natural de la verdura queda fijado y se vuelve más intenso. El color verde de los guisantes o el naranja de las zanahorias no está provocado por colorantes. Son los pigmentos naturales de esta verdura que se exteriorizan al máximo.
La ultracongelación es un proceso industrial en el que la temperatura del núcleo de la verdura se reduce rápidamente (± 15-20 minutos, según la verdura), sin perjudicar la estructura celular. Los congeladores domésticos, en cambio, estabilizan el interior de los alimentos en el estado en el que se encuentran, por lo que la temperatura disminuye de manera muy lenta (24 horas de media, según el producto). Esto tiene un efecto negativo en la estructura celular porque se forman grandes cristales de hielo que perjudican la textura de las verduras y las hace menos crujientes al descongelarlas. Con el congelado IQF industrial y ultrarrápido se elimina por completo este efecto.
Si compra 1 kg de verduras frescas ultracongeladas, puede aprovechar esta cantidad de verduras por completo. Si compra verduras frescas siempre se pierde una parte, ya que se cortan partes no comestibles que sobran. El siguiente gráfico muestra la cantidad media de verduras frescas que no se puede utilizar, pero sí que se paga por ello.